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ATOMIK CIRCUS, Thierry & Didier Poiraud (2003)

ATOMIK CIRCUS, Thierry & Didier Poiraud (2003) Esta alucinante película francesa, rodada al alimón por los hermanos Poiraud, fue una de las tracas de la pasada edición de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. A partir de una desconcertante premisa que combina elementos propios del western, el musical, la comedia surrealista y la ciencia ficción más bizarra, Thierry y Didier Poiraud dan el salto al largometraje tras labrarse una gran reputación en el campo de la publicidad y el videoclip. Una estimable y disfrutable propuesta en la que el virtuosismo visual y el avasallador despliegue de medios digitales se ponen al servicio de los despropósitos argumentales propios de la serie B y el comic caricaturesco.

El regreso de James Bataille.
El marco de la acción de esta frenética epopeya de tintes apocalípticos es Skotlett, un pequeño pueblucho perdido de la mano de Dios. Hasta allí llega arrastrando su mal fario un especialista caído en desgracia llamado James Bataille. Nuestro (anti)héroe perderá la cabeza por Concia, la hija del cacique local que sueña con convertirse en una rock-star. Su padre, Bosco, es el propietario de la fonda Sam Paradiso y el promotor del extravagante "Festival de la Tarta de Vaca", una especie de pintoresco concurso de talentos con el que pretende lanzar al estrellato la carrera de la muchacha. A pesar de no tragar al pretendiente de Concia, Bosco acepta a que este participe de la celebración, realizando una de sus espectaculares acrobacias motociclísticas. Desgraciadamente, la sempiterna mala suerte de James lo convierte en involuntario protagonista de una aparatosa explosión que da al traste con todo y proporciona a Bosco la excusa perfecta para deshacerse del pelanas que ronda a su hija.

Un año después del aciago acontecimiento, Bosco se las promete muy felices organizando los fastos de la nueva edición de su particular feria de variedades. Con James cumpliendo una condena de 133 años de cárcel (no hay como tener buenos contactos en las altas esferas) el pueblo parece haber recuperado la tranquilidad. Concia intenta olvidar la ausencia de su amado, volcándose por completo en su pasión por la música. Mientras su padre se supervisa la reconstrucción de su negocio (a modo de cabaret fronterizo), la joven sueña con ganar el concurso y firmar un jugoso contrato con Allan Chiasse, un extraño y libidinoso empresario recién llegado al lugar. Pero justamente cuando los vecinos de Skotlett se disponen a disfrutar del festival, una sanguinaria amenaza extraterrestre llega a tiempo de aguarles la fiesta en forma de medusas sanguinarias de más que aviesas intenciones...

Este es el demencial y prometedor punto de partida (¡la vertiginosa sucesión de acontecimientos se reduce a los veinte minutos iniciales!) de una descacharrante y divertidísima cinta de catástrofes, invasores alienígenas y retruécanos apabullantes y guiños referenciales a mansalva. Diversión y rock’n’roll para regocijo de los amantes de la serie B del Planeta Mutante.

El peculiar universo pop de los hermanos Poiraud.
Claros exponentes de la nueva y furiosa hornada de realizadores del fantastique francés actual, los Poiraud se permiten ciertas licencias a costa de tópicos localistas (iconografía belmondiana, fiestas populares al estilo Tati y slapstick chovinista de vena gamberra), diluyéndolos en una ambientación fronteriza, no sólo a nivel de géneros sino como declaración de principios.

El caótico desarrollo de esta explosión de acción plástica y desbarres artísticos, se apoya en una acumulación de influencias estéticas y afinidades electivas tan pertinentes como espléndidamente definidas. Podemos rastrear sin problemas la impronta del celuloide firmado por John Carpenter, Tim Burton, los Hermanos Cohen, Jeunet & Caró e incluso Jan Konuen y John Waters (inenarrable el episodio del perro cantarín con un quiste sebáceo en la pata). El conglomerado de imágenes resultante es poderosamente expresivo, fagocitado a golpe “cartoon” gracias al prodigioso uso de un montaje de ritmo endiablado y envuelto en un excelente diseño de producción.

El cúmulo de apuntes alucinados y retorcidos aciertos visuales otorga a la película un espíritu libre, lúdico y marciano, que presenta como único inconveniente una cierta tendencia a la dispersión e inconcrección. El desarrollo de la narración se precipita rápidamente hacia el territorio de la anécdota, a modo de vistosa colección de viñetas y gags trepidantes que recalan en un desenlace excesivamente extravagante para el disfrute del público masivo. Pero, claro, ahí radica precisamente el encanto mismo de la película, ¿verdad?

Los personajes y su mundo.
El germen de semejante desaguisado se encuentra en un proyecto inacabado de Didier que debería haber visto la luz en formato comic. De ahí que la película se inspire tanto (y tan bien) de los hallazgos visuales y narrativos de la BD francesa y la ciencia ficción pulp norteamericana de los años '50. A la hora de llevar su trapisóndica idea a la pantalla, los Poiraud se sirvieron del imaginario particular de los tebeos de Lucky Luke, las tiras de Franquin y de seriales televisivos de culto, como "Doctor Who" o "Los Invasores". El personaje de James presenta rasgos que resultarán familiares a los fans más avezados de las andanzas de Joe Dalton, Gastón, el Gafe y David Vincent. Si a ello le sumamos una caracterización que recuerda al personaje de Nicholas Cage en "Arizona Baby", se puede ir haciendo uno a la idea de lo que se va a encontrar.

Jason Flemyng (perfecto híbrido de Vincent Cassel y Rupert Everett, y a quien ya pudimos ver en acción en "Snatch", "Lock and Stock" y "La Liga de los Hombres Extraordinarios" y, más recientemente en "The Seed of Chucky") está sencillamente entrañable en el papel de James, perfectamente secundado por una Vanessa Paradis que aprovecha la más mínima ocasión para regalarnos la vista y el oído interpretando temas de rock enrabietado (cortesía de The Little Rabitts, una de las bandas más coloristas, festivas y ocurrentes al otro lado de los Pirineos). Los dos perfectamente arropados por un elenco de pintorescos secundarios en perpetuo estado de gracia, entre los que cabe destacar la labor de Benoît Poelvoorde(el excelente e irónico serial killer de la brillante cult-movie de los años '90, "C'est arrive pres de chez vous") y la siempre agradecida presencia del veterano Jean-Pierre Marielle (rostro habitual en la filmografía de "vacas sagradas" del cine galo de “qualité” como Sautet, Berri o Tavernier).

A la caza del tentáculo.
A pesar de tener fecha prevista para su estreno español en 2004, es más que probable que la cinta permanezca algún tiempo más a la deriva en el limbo de las distribuidoras. En cualquier caso, los que todavía no hayáis tenido ocasión de verla, de momento podéis ir curioseando aquí para acceder a información más detallada, descargar loss espectaculares teasers, el trailer y hasta el videoclip promocional de la película.

Por mi parte, tendréis que disculparme. Esta noche estoy ocupado. He de calzarme la escafandra espacial para salir al paso de esos malditos Shub-Nigurath antes de que sea demasiado tarde...

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